A veces el influjo de las urbes me hacen menguar,
como la luna, sabedora de su naturaleza
sin contrariarse abandona su holgura.
No es el gentío,
sino sus visillos color material,
sino sus visillos color material,
La fantasía que baña y dibuja
pretensión en las fachadas
frágiles como el cristal,
pretensión en las fachadas
frágiles como el cristal,
brotas y te alimentas de la luz
que no puede escapar.
que no puede escapar.
Contenida, como una extraña
demanda
en voz baja otra realidad,
demanda
en voz baja otra realidad,
haciendo alusión a la claridad
de otros cielos donde respirar.
de otros cielos donde respirar.
¿Quién dijo?,
No es el gentío,
¿No son sus destinos humanos, también mi destino?
¿No son sus destinos humanos, también mi destino?
no es el gentío, son mis hermanos,
no es el gentío, es el mundo que siente y percibo,
gentío,
soy yo, uno con él, uno conmigo.
A veces el influjo de las urbes
me hacen menguar
me hacen menguar
y como la luna sin contrariarme
abandono mi holgura,
abandono mi holgura,
¡Cuánto cielo hay en ellas!
¡Cuánto mar!.
¡Cuánto mar!.
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