En las nubes el tiempo no existe, atemporal y esquivo es otro,
el alma viaja libiana y el espíritu vuela
como el incansable albatros.
Las palabras se transforman en susurros y como ecos
se alejan buscando al otro, la vista apenas alcanza y
las manos no logran ya tocar.
Tiempo de sueños rotos, rocambolescos, asimétricos,
apunto de eclosionar atados al vacio del espacio sideral,
flotando en mares de ciéganas de luna incierta y
con una orilla que nunca han de encontrar.
En las nubes el tiempo es otro y el espíritu
vuela como el incansable albatros,
a veces una voz clara y nítida se cuela
y se escucha preguntando:
y se escucha preguntando:
¿Estás?.
Mar M.J
Para Milagros Palmero.